Las mujeres annobonesas han protagonizado, durante el 2022, dos manifestaciones delante de la Embajada de Guinea Ecuatorial en Madrid, contra la reiterada violencia fang. En concreto, el 26 de agosto y el 20 de diciembre de 2022, el pueblo annobonés se concentró para exigir a Teodoro Obiang Nguema, el cese inmediato y urgente de las continuas violaciones a mujeres y niñas de Annobón, por parte de los militares fang destinados en la isla.
Los abusos sexuales y delitos de carácter inhumano hacia la sociedad annobonesa y, en especial hacia las mujeres, se vienen sucediendo desde hace años. En 1976, Bato Obama y sus milicianos (en cumplimiento de las órdenes dadas por, en aquel entonces presidente de Guinea Ecuatorial, Macías Nguema) violaron a nuestras abuelas, madres, adolescentes e incluso niñas y saquearon los hogares y campos de cultivo annoboneses.
¿Cuál fue la justificación de tales atrocidades? Fue la venganza de Macías Nguema ante los valerosos annoboneses que salieron -en el célebre cayuco Kindjadja- hacia las costas de Gabón, en busca de auxilio internacional (en 1973 y 1974, centenares de annoboneses perecieron por el aislamiento y la falta de ayuda sanitaria durante las epidemias de cólera y de sarampión).
Tras el golpe de estado de Obiang Nguema a su tío Macías (hace más de 43 largos años) no ha cambiado el plan de exterminio contra los hijos de Ambô. Un macabro plan cargado de odio étnico que consiste en el incremento continuo de la ocupación fang en nuestro territorio, con el único propósito de hacer el mal. La mayoría de ellos son criminales disfrazados de militares que viajan a Annobón, sin mujeres ni hijos, y que campan a sus anchas por nuestras calles, cometiendo delitos sexuales y sometiendo a la población annobonesa a todo tipo de maltrato. Según ellos mismos comentan, sus acciones inhumanas son “en representación y en nombre del gobierno de Guinea Ecuatorial”.
2020: Annobón una tierra insegura, injusta e incomunicada
A partir de 2020 y hasta la actualidad, la situación se ha convertido en tan crítica que muchas mujeres se niegan a ir a sus fincas para eludir posibles violaciones. Del mismo modo, las niñas están traumatizadas y tienen miedo de ir a la escuela para evitar ser víctimas, o sufrir de nuevo, abusos sexuales de los delincuentes del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDG) en Palé. A continuación, hacemos públicos algunos de los nombres de estos depredadores sexuales. En plena pandemia de Covid-19 (2020), se conocieron los casos de violaciones múltiples a dos adolescentes de 14 y 15 años por parte de, el entonces comisario, Elvis David Oyono Edú Ekoro; el teniente de las fuerzas navales, Norberto Obiang Nguema y el soldado de la gendarmería, Fortunato Nguema Mba.
Por desgracia, a mediados de agosto de 2022, dos víctimas más se han sumado a esta larga lista (en ocasiones oculta por vergüenza). Una de ellas es una mujer discapacitada (con una minusvalía entorno al 90%) que fue engañada y abusada, en varias ocasiones, por el sargento de las fuerzas terrestres, Melanio Micha Ayévegue, hasta dejarla embarazada. Otra damnificada, es una adolescente de 16 años que sufrió una agresión sexual a manos del cabo de la marina, José María Ada Alogo, mientras venía del poblado de San Antonio del Sur hacia la capital junto a otros compañeros. Cuando el abuelo de la menor (de 83 años), ardiendo en cólera y desesperado por lo ocurrido fue a pedir explicaciones al pervertido, éste le respondió en un tono chulesco “soy militar y soy fang, violo a las niñas annobonesas y no pasa nada”.
La actitud de este “príncipe de Lucifer” deja claro que el proyecto político de Guinea Ecuatorial, supuestamente basado en la unidad entre los pueblos que lo forman, la paz y la justicia social, es una quimera. Aparentemente, desde hace 53 años, es un país multiétnico y multicultural pero, en realidad, solamente gobierna la etnia fang y, en concreto, el clan de los Nguema. Las instituciones estatales sólo representan al pueblo fang que implanta su supremacía por todo el territorio nacional.
El “modus operandi” del gobierno de Guinea Ecuatorial (la dominación de un pueblo sobre otro) está calificado por el Derecho Internacional como discriminatorio y lo prohíbe tanto la Carta de las Naciones Unidas como la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Sin embargo, el calvario del pueblo annobonés no se limita a los abusos sexuales y maltratos de los militares, sino que se extiende a otros personajes como el general, Pedro Eyene; el gobernador, Faustino Edu Micha, o Josefa Mba, más conocida como “mamá inseso”, sintiéndose dioses, hacen y deshacen a su antojo, practicando el abuso de poder, desprecio y menoscabo de la integridad personal de la sociedad annobonesa. La famosa “mamá inseso” lleva más de una década en Annobón como responsable del Instituto Nacional de Seguridad Social; una decisión insólita y, a su vez, sospechosa en un país donde el único medio de subsistencia de los oriundos son sus campos de cultivos y la pesca artesanal.
Las reiteradas violaciones sexuales de los militares fang en Annobón, los constantes maltratos físicos y verbales, así como, otras dificultades como la falta de productos de primera necesidad (alimentos y medicinas), la ausencia de empresas públicas y privadas, la inexistencia de empleo, la falta de escuelas secundarias y universidades, las deficiencias en el sistema sanitario y la privación de comunicación con el exterior, está forzando el éxodo masivo de los hijos de Annobón (tan apegados a su tierra y a sus costumbres) por todo el mundo, en busca de tierras más seguras, justas y prósperas para educar y criar a sus hijos. Los únicos que se sienten protegidos en ese territorio inhóspito, peligroso, casi deshabitado y en ruina que es hoy la isla de Annobón, son los militares fang y el resto de individuos del “pueblo elegido” o, mejor dicho, “tribu elegida”.
¡BASTA YA!
Por todo ello, la sociedad y las mujeres annobonesas se manifestaron enfrente de la Embajada de Guinea Ecuatorial en Madrid para dejar muy claro un mensaje: ¡Basta Ya!
- En Annobón, en nuestra tierra, nadie está por encima de la ley, y por eso exigimos la liberación de nuestro pueblo, exigimos la retirada inmediata de todos los militares fang de nuestra isla.
- Nuestras madres, hermanas e hijas merecen vivir, merecen soñar y merecen ser felices. Desde aquí, denunciamos todos y cada uno de los terroríficos actos que, bajo la mirada impasiva del resto de su gobierno, los cuerpos y fuerzas de seguridad de Obiang, han llevado y siguen llevando a cabo en la tierra de nuestros antepasados.
- Queremos recordar a nuestros verdugos, que la violencia nunca es un camino en la vida y que, una vez más, las mujeres annobonesas nos armamos de valor para decir: “¡Basta ya de pisotear nuestros derechos y de encadenarnos como esclavos!¡Basta ya de tanta violencia innecesaria! ¡Basta ya de violencia militar!”.
- Annobón y sus hijos estamos hartos. Desde hace tiempo, nos torturáis, nos denigráis y nos sometéis a una infinita desgracia. Queremos vivir en paz, exigimos justicia, ha llegado la hora de decir adiós a los militares fang; al gobierno fang; ha llegado la hora de decir: ¡Fuera ya de nuestro territorio!
- Muchas cosas nos han sido arrebatadas en nuestra isla pero nunca nos arrebatarán el sueño de un Annobón libre, el sueño de conseguir otra forma de vida diferente y el sueño de un futuro próspero para nuestras mujeres y niñas. ¡Exigimos la retirada inmediata de los representantes del terror de nuestra tierra!